lunes, 12 de diciembre de 2011

La sociedad-05

LA SOCIEDAD MEDIEVAL

Estamentos

Gracias a la inseguridad, la pérdida del poder central y las protecciones se crea una sociedad establecida en estamentos. Estos estamentos se dividían en grupos privilegiados (nobleza y clero) y no privilegiados (campesinos y siervos). Constituían lo que se ha llamado la pirámide feudal.

En esta sociedad se pertenecía a uno u otro estamento por nacimiento y rara vez quien nacía campesino podía acceder al estamento privilegiado.

La nobleza y el clero (arzobispos, obispos y abades) eran dueños de extensas tierras que explotaban con el trabajo de los campesinos sobre los que ejercían un poder casi absoluto.

Gozaban de numerosos privilegios como el de juzgar y castigar a sus campesinos, llevar armas, no pagar impuestos al rey, participar en el gobierno del reino como miembro del Consejo Real.

Los campesinos, la inmensa mayoría de la población, carecían de derechos y en cambio tenían que soportar todo el peso de esa sociedad: trabajar las tierras de los señores (nobles o eclesiásticos), pagar los censos (una parte de la cosecha) y otros impuestos. Estaban sometidos a los señores y no tenían libertad para marcharse del señorío.

Vasallaje

En la Edad Media al desaparecer la autoridad central se creó una zona de alta inseguridad. Ello dio lugar a la aparición de un nuevo orden de las cosas que se denominó: feudalismo. Su origen estuvo en el hecho de que las personas se sometían a aquellas que podían asegurarles la protección.

Entre los distintos estamentos se establecen las relaciones feudales. Los que pedían protección a los señores feudales recibían a cambio tierras y una serie de deberes que les convertía en vasallos de dichos señores.

A esos protectores se les denominó señores. A las personas que se les sometían se les calificó como vasallos. Entre ambas partes se establecía un contrato por el que el señor se obligaba a dar protección a sus súbditos y los súbditos o vasallos se comprometían a cumplir determinados trabajos, agrícolas o militares, para el señor y a serles fiel. Los castillos son las construcciones más emblemáticas del feudalismo.

En los países donde el feudalismo arraigó existían dos bienes esenciales: el hombre y la tierra.

Para convertirse en vasallo había que cumplir una ceremonia, el juramento donde juraba fidelidad al señor y este le daba protección. Durante la ceremonia del homenaje, el vasallo hacía un solemne juramento.

El contrato feudal

El contrato feudal era vitalicio. Pero el señor podía arrebatarle el cargo si no se cumplían las obligaciones. La ceremonia de fidelidad, el juramento, solo podía establecerse entre nobles y caballeros. Normalmente los nobles eran vasallos y señores al mismo tiempo, pues siempre se encontraban con otros nobles superiores o con las figuras de los monarcas. Sin embargo, si un vasallo descubría que sus fuerzas eran lo bastante fuertes como para poder oponerse a su señor o a otros vasallos, lo hacía generando un conglomerado de guerras continuas.

El vasallo recibía un feudo, que era una extensión de tierra. También podía recibir el cargo de recaudador de impuestos, acuñador de moneda...Un señor con muchos vasallos disponía de una gran seguridad y de un ejército.

Los compromisos de los vasallos eran:

- el servicio militar, 40 días al año. El vasallo debía presentarse ante su señor con armadura y caballo cuando así fuera requerido para actividades militares.

- el reclutamiento de soldados para el ejercito del señor

- otorgar ingresos al señor para las necesidades defensivas.

 Los compromisos del señor feudal eran:

- darles protección a sus vasallos

- asegurar su subsistencia

Al señor le correspondía actuar como fiscal y como presidente en todos los juicios que se celebraran en su territorio, siempre que no se tratase de delitos graves, en cuyo caso esas prerrogativas le correspondían a su señor superior.
 Como el principal objeto de la agricultura y de la subsistencia era el cultivo del trigo y otros cereales, y como requerían el molido a través de molinos, el señor era el que administraba los molinos e incluso los hornos para la cocción del pan. El señor controlaba asimismo la leña y la caza. Pocas veces comerciaba con otros pueblos; algunas veces lo hacía para vender excedentes de caza y para obtener la sal. Las telas se realizaban en telares de la propiedad del señor.

Ceremonia de investidura

El acto de vasallaje se establecía en una ceremonia de gran solemnidad que se dividía en tres etapas:

1.- Homenaje: El vasallo se arrodillaba ante su señor, con la cabeza descubierta y sin armas. Emplazaba sus manos entre las manos del señor expresando la frase: Señor, yo seré vuestro hombre.

2.- Fe: Se trataba de establecer el juramento de fidelidad. Entonces, el vasallo colocaba sus manos sobre la Biblia.

3.- Investidura: El señor investía al vasallo entregándole algún objeto simbolizando la tierra. A lo largo de los tiempos también fueron entregadas en feudo otras funciones o cargos públicos por lo que el poder omnipotente de un señor feudal se iba limitando y circunscribiéndose casi exclusivamente a sus vasallos directos.
 

La vivienda, las ropas, los alimentos, las creencias

La vivienda

La vivienda del campesino era residencia y centro de trabajo. Cumplía las funciones de granero, almacén y establo para los animales. Se trataba de una única pieza: allí se cocinaba, se comía y se dormía. La chimenea era el único medio para lograr caldear la casa y poder sobrevivir. Por ese motivo era fundamental en la vida diaria y tenía una gran importancia como punto de reunión social.

La casa estuvo primeramente construida de madera y con el paso del tiempo se empezaron a utilizar los mismos materiales con los empleados en la construcción del castillo. Poco a poco aparecieron los pisos: la planta baja se habilitaba para la cocina y el comedor; el primero piso para los dormitorios; bajo el techo aparecen los graneros y en el sótano, las bodegas y las despensas. Más tarde aparece el cristal, las baldosas y las letrinas. Sin embargo, los baños no aparecen más que en las casas de los nobles.

El mobiliario era bastante simple: la cama, la mesa, los bancos y el arcón. La cama era de gran tamaño. En ella dormían a veces hasta seis personas. Los colchones podían ser de paja o de plumas en función de la posición económica. En la mesa el sitio del padre era muy respetado. El arca era el lugar de recogida de todos los vestidos, las sábanas...

Otra parte del mobiliario era: los braseros, los candelabros y espejos, las calderas, las ollas, las jarras, las tinajas, las escudillas, las cubas para baños, las alfombras y las cortinas.

Las ropas

Eran largas para la mujer y cortas para el hombre.

Ambos, hombres y mujeres, debían presentarse con ropas largas y especiales a ciertos actos ceremoniales y a las manifestaciones de la Iglesia.

Los nobles hacen ostentación de prendas de vestir al utilizar paños de calidad y de colores vivos, mientras que los campesinos se ven obligados a utilizar tejidos bastos y de poco colorido.

En el siglo XII las modas se realizaban en las ciudades y comenzaban a distinguir claramente el vestido del hombre del de la mujer, pues se comenzaba a ceñirle las ropas, marcar la cintura...


Los alimentos

La base del sustento del hombre medieval son el pan y el vino.

La confección del pan era hecha a base de múltiples cereales, cocidos en una olla con agua, leche y sal. La masa obtenida, era aplastada y cocida al horno. Se convertía en una hogaza. No se conocía la levadura.

El pan resultaba tan importante que conseguía que la carne, el pescado o las legumbres fueran considerados companagium, lo que acompaña.

El pescado fresco sólo podía comerse en los puertos costeros o en las cercanías de los ríos. Se practicaba la técnica de la salazón y del ahumado para su conservación.

Un tema muy importante eran las especias, traídas de Oriente. Con ellas se conseguía condimentar los platos e incluso mantenerlos, pero su uso estaba restringido a las clases sociales poderosas.

Las creencias

En la época de los castillos la gente pensaba que el mundo era plano. Se creía que si se viajaba muy lejos, donde termina el horizonte, se caería al llegar al precipicio del final de la Tierra. También sostenían que la Tierra era el centro del universo.

No conocían los gérmenes y pensaron que las enfermedades eran causadas por algo oculto; no sabían exactamente qué. Por ese motivo tenían tendencia a creer en brujas, en magos y en dragones misteriosos.

La sociedad medieval giraba en torno de la Iglesia. La gente pensaba que los reyes eran reyes por la gracia de Dios, colocándolos a su derecha divina. La Iglesia tenía tanto poder como el rey. En la pirámide de clases sociales se podía distinguir en la cumbre, el Rey y la Iglesia; más abajo los señores feudales, "propietarios" de las tierras; luego se encontraban los artesanos que podían ser dueños de un comercio como los herreros o los zapateros; y finalmente estaban los campesinos que se veían obligados a aportar una cantidad de lo que producían a su señor, fuera el señor feudal o el rey. En esa pirámide era casi imposible ascender de nivel.

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